“El mundo exterior existe como un actor sobre el escenario: está allí, pero es otra cosa”. Esta frase de Pessoa podría definir perfectamente el universo inquietante, onírico y surrealista que Juan Manuel Castro Prieto ha construido a lo largo de casi cuarenta años de carrera fotográfica.
En ArnedilloFoto nos propuso un taller teórico donde habló de su concepción de la fotografía como oficio y como lenguaje expresivo. Su objetivo fue que los alumnos captasen su filosofía, los porqués y las motivaciones de su trabajo para que posteriormente los asistentes lo adapten a sus propias experiencias y proyectos personales.
Hablamos de todo el proceso que engloba la creación fotográfica: la idea inicial, el planteamiento a partir del cual se escogen determinados formatos y materiales, cómo el trabajo de campo influye en la evolución del proyecto, la posterior edición de las imágenes y cómo se plantea la ampliación de las copias de exposición y la edición de sus libros.
Castro Prieto exploró el gran tema que engloba su obra: la memoria. A partir de este concepto desarrolla los cuatro trabajos en los que está inmerso en la actualidad: La Caja de Pandora, colecciones inquietantes que relaciona con la locura; los museos como lugares donde conservar la belleza; Cespedosa, el pueblo de sus padres donde busca su propia memoria y el porqué de su forma de ser; y Caín, la segunda parte de Extraños, que se nutre de todo su trabajo pero que ha cambiado ya que supone su evolución personal y artística.
El viaje fotográfico también es una parte capital de su carrera. No lo plantea como una sucesión de postales comerciales o como un trabajo fotoperiodístico, sino que para Castro Prieto el viaje puede ser una ventana a través de la cual enseñamos la realidad que nos rodea pero también puede ser un espejo en el que fotografiarnos a nosotros mismos. Analizamos cómo ha desarrollado este concepto en Perú o Etiopía, desde la idea inicial hasta el trabajo sobre el terreno y su relación con los sujetos retratados.
Su dilatada trayectoria como fotógrafo y como positivador de los más prestigiosos fotógrafos españoles le otorgan un bagaje privilegiado para aconsejar y encauzar las aspiraciones fotográficas de los asistentes. Se visionaron los porfolios de aquellos alumnos que lo desearon y se dialogó con ellos para dilucidar quién es cada uno como fotógrafo.
Castro Prieto también llevó su cámara de placas, una Wista 20×25 con la que ha desarrollado gran parte de sus trabajos más conocidos, para explorar con los alumnos su manejo y sus posibilidades creativas.
Tengo un compromiso adquirido en esos días y he de perderme esta excelente oportunidad de escuchar a un fotógrafo de referencia. Otra vez sera.
Que buena idea. Me encanta. Conozco Arnedillo de pasada, y es un pueblo encantador. ¿Habrá más talleres en próximas fechas?
Hola Javier encantado. Precisamente hoy lanzamos un nuevo taller para noviembre con Eduardo Momeñe. Tienes toda la info en la web. Si te animas eres bienvenido. Saludos!!
Alberto Paredes